Ya no son iguales nuestras caras con el Sol
por convertirnos en cañas podridas del Infierno.
Primero
perdimos nuestros dos ojos de peces de la palabra sabiduría
para la realización solar de nuestros corazones.
Luego
colgamos muchísimos nudos podridos de animal racional
en la faz de nuestras esencias,
en la faz de nuestros organismos.
En este momento chorreamos,
nos hinchamos, aullamos, sollozamos,
mordemos, nos retorcemos, nos enojamos, nos inflamos,
apestamos, renqueamos, nos ladeamos
por los nudos podridos que poseemos.
Nudo de deseo, antojo..., en nuestras conciencias,
nudo de fanfarroneo, costra..., en nuestros ojos,
nudo de llanto, gimoteo..., en nuestras gargantas,
nudo de cólera, pelea..., en nuestros estómagos,
nudo de tacañería, envidia..., en nuestros corazones,
nudo de conocimiento, inquietud..., en nuestros cerebros,
nudo de gula, borrachería..., en nuestros intestinos,
nudo de vena inflada..., en nuestras rodillas.
En este momento
con el tufo asfixiante de los nudos podridos
estamos engordando a Un Muerto – Siete Muerto,
estamos adormeciendo a Jun Ajpu – Ixb’alamkej
y estamos quemando los rostros de nuestros padres madres Cielo Tierra.
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